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Marzo 2021 Denegación Cabecera del blog

Por: Anthony Damrow, Des Moines, Iowa

Anthony Damrow

"Probablemente se trate de una hemorroide", me dijo mi médico de cabecera ante mi preocupación por la presencia de sangre en las heces. "No se preocupe. Hasta el año que viene". Por suerte, seguí insistiendo y accedió a pedirme una colonoscopia.

Recuerdo que me desperté en la sala de recuperación. Estaba en ese estado de medio despierto y medio dormido. "Hola Doc, ¿todo ha ido bien?" Le pregunté.

"No exactamente. Nosotros, uhhh... encontramos algo", respondió. "Tu madre estará aquí en breve".

¿De qué demonios estaba hablando? ¿Algo? ¿Encontraste algo? ¡Claro que encontraste algo! ¿Qué esperabas encontrar, oro? Sip. Las drogas no habían desaparecido todavía.

Pero en serio, ¿qué era? Tengo un par de amigos que tienen la enfermedad de Crohn, así que me pregunto si yo tenía eso. ¡Eso sería horrible!

Tal vez es sólo la enfermedad celíaca. Espera... ¿sólo celiaquía? ¡Eso también sería terrible!

"Cáncer. Tienes cáncer", dijo el médico cuando llegó mi madre.

"¿Cómo lo sabes? Quiero decir, ¿no tienes que probarlo o algo así? Sólo tengo 42 años", dije con una risa nerviosa.

"Porque esto es todo lo que hago", respondió el médico. "Reconozco el cáncer cuando lo veo".

Más tarde supe que durante la intervención el médico descubrió una masa de 4-5 cm (aproximadamente del tamaño de una pelota de golf). Creyendo que era cancerosa, hizo una biopsia. La confirmación llegó dos días después. A los 42 años, el médico me dijo que tenía cáncer de colon en estadio 3.

Después del diagnóstico

AnthonyDamrowUna semana después, cuando por fin se me pasó el shock inicial, me hicieron una resección de colon. Me extirparon unos 30 cm de colon.

Un par de meses después me enteré de que el cáncer se había extendido al hígado. Eso no sólo elevó el estadio de 3 a 4, sino que también significaba más cirugía. Una resección hepática.

El médico me extirpó aproximadamente un tercio del hígado. Parecía seguro de que había extirpado todo el cáncer y contenido la propagación. Aún tenía que someterme a quimioterapia, pero a todos los efectos, ¡ya no tenía cáncer!

Ahora añádele una pandemia mundial, un niño muy activo de 3 años y un empleo a tiempo completo. Tuve mucha suerte de trabajar para una empresa que me daba todo el tiempo libre necesario para descansar y recuperarme.

Los fines de semana después de la quimioterapia eran siempre los peores. Lukas (que ahora tiene 4 años) era muy comprensivo los días que "papá estaba enfermo", y también me animaba a levantarme de la cama y mantenerme activa.

Lukas Damrow"¿Quieres dar un paseo, papá?" me preguntaba Lukas entusiasmado. Yo rara vez, o nunca, decía "no".

Aquel verano debimos de dar más de cien paseos juntos. Las risas no paraban hasta que terminaba el paseo. No podíamos hacer mucho más. Nos tomamos COVID-19 muy en serio porque yo estaba inmunodeprimida y vivía con un niño pequeño con una enfermedad renal y mi madre, que tenía más de 65 años. No íbamos a correr ningún riesgo.

El "asesino silencioso

A nadie le gusta hablar de cáncer. Del mismo modo, a nadie le gusta hablar de sus intestinos o de sus deposiciones. En consecuencia, creo que quizá por eso no se habla mucho del cáncer colorrectal.

Según la Sociedad Americana del Cáncer, algunos de los síntomas del cáncer colorrectal son:

  • Un cambio en los hábitos intestinales, como diarrea, estreñimiento o estrechamiento de las heces, que dura más de unos días.
  • Sensación de necesidad de defecar que no se alivia al hacerlo.
  • Hemorragia rectal
  • Heces oscuras o sangre en las heces
  • Calambres o dolor abdominal (vientre)
  • Debilidad y fatiga
  • Pérdida de peso involuntaria

Yo tuve algunos de estos síntomas, pero muchos no experimentan ningún síntoma. Por eso al cáncer colorrectal se le suele llamar "el asesino silencioso". Por eso también es tan importante someterse a una revisión aunque no se experimente ningún síntoma.

No deje que la vergüenza, la edad o el estigma le impidan hacerse una colonoscopia. Posponerla puede costarle la vida. Si hubiera esperado uno o dos años más, la cirugía podría no haber sido una opción para mí.

Recomendaciones para el cribado

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), todas las personas de 50 a 75 años deben someterse a pruebas de detección del cáncer colorrectal. Estas pruebas pueden incluir análisis de heces (gFOBT, FIT o FIT-DNA), sigmoidoscopia flexible, colonoscopia o colonografía por TAC. Hable con su médico sobre qué prueba de cribado es la más adecuada para usted.

Los CDC señalan además que puede ser necesario iniciar el cribado antes de los 50 años: